Una buena y otra mala para Jorge Salum.
- Gerardo Preza Martens
- 11 dic 2019
- 2 Min. de lectura

Empecemos por la mala.
Jorge Salum y su gobierno están en crisis.
Así de claro. Quien tiene acceso a información en medios de comunicación y en redes sociales relacionada con lo que sucede en el gobierno municipal, se dará cuenta.
Además así tiene que estar la gente que le rodea, la que le habla cerca y que obviamente si esta cerca, debe de ser por la confianza.
Pero generalmente es ahí donde en ocasiones, se cometen los errores de conducción en un gobierno o en una institución. El síndrome de Hubris es el desorden del poder. Los que encabezan un gobierno o institución pierden poco a poco el bono social. Atributos positivos que validaron una victoria electoral, pronto se van diluyendo. El problema viene cuando el gobernante ni su equipo se permiten ver dicho problema.
Aquí es donde puede haber un halo de mesura por parte del alcalde Salum y reconozca que el inicio de su gobierno, pudo haber tenido un trazo más positivo que lo que tiene hasta el momento. Lo debe de tener.
Sin embargo, Jorge Salum no ha tenido el tino de tomar una decisión respecto de la solución a sus problemas justo porque está rodeado de personas cercanas que no lo convencen ni siquiera de utilizar una persona que maneje su vehículo. Ojalá y ya lo tenga.
Salum tiene que reconocer que las cosas no caminan como se esperaba, las propuestas serán responsabilidad de su equipo compacto para que lo haga transitar de este atolladero.
Pero no todo está perdido. Ahí viene la buena.
Todavía no se logra posicionar en la ciudadanía los errores u omisiones cometidos por el alcalde y su equipo. Lo mejor que le pudo haber pasado a Jorge Salum es haber entrado en la época navideña y de fin de año con lo que, con acciones “cumplidoras” de la temporada la libra un poco. La percepción del círculo rojo y que se comenta en diferentes espacios mediáticos, no es la misma que tienen los ciudadanos de a pie. Pero si no se controla desde este momento, unas semanas más a este ritmo, será difícil.
Tendrán que ser los próximos días de reflexión, análisis y decisión entre el alcalde y su grupo para poder enfrentar un inicio de año que se antoja complicado.
O ¿usted qué opina?
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