O a Adán o a cualquiera que aspire dirigir al país en el 2024. O a cualquiera de los o las candidatas que competirán por ganar los estados de Coahuila y México en el 2023.
La carrera presidencial se adelantó, tan es así que al cierre de este 2022, vemos a quienes aspiran, hacer como que están en campaña. Y no está mal, la ley electoral deja el carril muy ancho para poderlo transitar.
Sin embargo, lo que estamos viendo en términos de comunicación política es un reflejo de lo que veremos en el proceso electoral o en el tiempo de campaña en el 2024.
Y es ahí en donde la duda surge porque hoy por hoy, los equipos de campaña de los aspirantes que van a la cabeza en este proceso adelantado; Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum; parece que siguen la misma estrategia. Es más, prácticamente todos los aspirantes hacen comunicación política bajo el mismo modelo.
Modelo unipersonal, basado en las agendas públicas, privadas y hasta personales, ligado a su desempeño como canciller, jefa de la CDMX o secretario de Gobernación. No hay más. Una aparece en la portada de una revista y se suben decenas de espectaculares, el otro también. A uno le gritan presidente, a la otra también. Uno tiene su #ConMarceloSí, la otra su #EsClaudiaSH. Una forma estructura al interior del país, el otro también. Una tiene sus “jingles” o canciones, el otro también. Uno hace evento con alcaldes del país, la otra también (con unas horas de diferencia entre uno y otro evento).
En pocas palabras: Los mismos ingredientes en una receta, dan los mismos resultados.
Y es ahí en donde radica el problema, los tomadores de decisiones y responsables de poner en marcha un plan de comunicación política para las y los candidatos, aplican el mismo modelo de comunicación política que hemos visto durante años. Por eso vemos que, hasta ahora; no hay puntos de inflexión en las encuestas. Ambos continúan si, a la cabeza de las intenciones de voto, solo que en algunas encuestas, se empieza a marcar una tendencia a la baja de Marcelo y es probable que Claudia ya llegó a su techo y los demás, puedan ganar uno que otro punto.
Bajo ese modelo de comunicación política, es difícil que se conquisten nuevos públicos o que todo lo que estén haciendo, atraiga la atención de los ciudadanos.
Entonces, ¿Quién le dice a Marcelo o a los demás, que lo que están haciendo se parece a lo que hacen todos y que probablemente no estén teniendo los resultados que esperan?
Mientras más pasa el tiempo, más se parecen. Las definiciones están a la vuelta de la esquina, el tiempo se acorta y los equipos tienen que tomar decisiones ya.
Opciones hay.