La comunicación política de los aspirantes presidenciables.
- Gerardo Preza Martens
- 19 ene 2018
- 4 Min. de lectura

Con los primeros días del año, los ciudadanos de México estamos siendo bombardeados con spots de los partidos políticos y de quienes aspiran a un puesto de elección popular para éste 2018.
Pero más allá de ser objeto de millones de mensajes, no solo por los medios de comunicación tradicionales, sino por redes sociales; estamos expuestos a mensajes que tienen poco de atractivo en la mayoría de los casos.
Obvio hay excepciones como el niño huichol cantando el jingle de Movimiento Naranja, que dicho sea de paso, la rápida asunción del mensaje en positivo, pronto se está tornando en el hartazgo y probablemente en algo que les genere negativos. Por otro lado, el spot de MORENA, que menciona a “ya sabes quién” es una de las piezas rescatables de la comunicación política de hoy en día.
Pero volviendo a lo importante, los mensajes y el lenguaje audiovisual al que estamos siendo casi obligados a consumir, tiene prácticamente los mismos componentes que hemos visto al menos 12 años atrás.
Quién encabeza la estrategia de comunicación de cada partido político y cada aspirante, está siguiendo de manera fiel lo aprendido en elecciones pasadas. Nadie trata de arriesgarse en lo que hemos visto hasta ahora.
Siempre será tentador alargar el statu quo de lo tradicional, pero la ciudadanía está ávida de innovación en las campañas, de la manera de cómo se transmite el mensaje político, de que los aspirantes y partidos políticos hablen de lo que la ciudadanía habla, ve y siente. ¿No le gustaría presenciar un debate de verdad?
Observando la comunicación de los candidatos y partidos políticos y, tomando el orden que establece la autoridad electoral para la composición de la boleta; se analizó la comunicación de los partidos políticos y candidatos a la presidencia de México y algunos independientes.
Comencemos con el PAN. Es ahí, en donde un candidato joven comunica a la vieja usanza y hasta trata de defender a México hablando inglés y francés en un spot tratando de atacar las debilidades de sus “adversarios” como el candidato de Morena que, al parecer; no habla inglés y mucho menos, francés. Otro, sería el presidente Peña Nieto, al que ya hemos visto muchos ejemplos de lo que sucede con sus participaciones en inglés. Un salida del “guión” planeado o no, le dio cierta notoriedad al candidato del PAN a la presidencia de México con un tuit que se volvió tendencia recientemente. Ubíquelo con el #HazañasDeAnaya, del cual parece que le dio algo de negativos en un sector de la ciudadanía. Es rescatable la articulación en la argumentación del aspirante panista.
Por otro lado, en el PRI vemos a un candidato que lo quieren vender como un funcionario con experiencia en la administración pública, sin partido y que en realidad, está comunicando todo lo contrario con mensajes netamente políticos y con el ADN priista, además; ha evidenciado un presunto plagio de un spot de Justin Trudeau (Primer Ministro de Canadá) para abonarle al pobre crecimiento en la intención de voto del priista. El equipo de campaña está siguiendo el librito usado en contiendas anteriores o el librito de “ya sabes quien”. Por más que se quiera alejar del oficialismo, sus argumentos remiten directamente al mismo. Nada nuevo.
También, MORENA tiene un candidato que aprendió a decir lo que la gente quiere escuchar, gente que de pronto les pareció bien que sea el gobierno el que solucione los problemas del país, incluso los personales o de seguridad pública sin mayor esfuerzo que la amnistía y, aunque el candidato morenista está en la cabeza de las encuestas, luce difícil que sea un trayecto terso y sin problemas a la elección de julio entrante. De MORENA, solo se rescata el trabajo antes mencionado, pero del eterno aspirante presidencial no se percibe nada nuevo aun mostrando su tono mas amigable y cómico.
Los independientes poco se ven y escuchan. Mientras uno de ellos visita cualquier ciudad del país, prácticamente el resto de la ciudadanía ni se enteró de lo que andan haciendo. La comunicación de los que alzaron la mano y están contendiendo por llegar a la boleta electoral, deja mucho que desear.
Hasta el momento, todos los políticos y candidatos basan su comunicación en un modelo unidireccional y con un mensaje totalmente alejado de lo que se vierte en la conversación ciudadana.
Las artimañas que vemos en los medios de comunicación al que recurren los aspirantes mencionados, los mensajes son ya clasificados por una sociedad que tiene un mayor acceso a la información y a la desinformación, así que, mientras; veamos una comunicación tradicional hasta en medios no tradicionales como las redes sociales; las campañas políticas se tornarán aburridas, generando un sentimiento de apatía ciudadana. Quien se atreva a innovar, a refrescar la comunicación política de los candidatos y partidos políticos (no incluye andar a caballo, instagram stories o comer en fondas) tendrá la ventaja de contar con un diferenciador importante que jale la atención del ciudadano y poco a poco ir construyendo experiencias positivas para finalmente, aspirar a un voto a favor.
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