La manera de comunicar del Papa.
- Gerardo Preza Martens
- 18 oct 2017
- 3 Min. de lectura

El Papa Francisco ha revolucionado la comunicación política, la comunicación oficial de un Estado o un mandatario. Es comparable con la comunicación que estableció Barack Obama.
Para quienes han seguido el modelo de comunicación del ex presidente de Estados Unidos mencionado, una de sus cualidades es que, el señor sabe comunicar; no solo con retórica, sino con todos los elementos a su alrededor, incluido la comunicación no verbal. Destreza que le generaba un alto grado de credibilidad, se mostraba genuino y coherente, siempre adaptándose a cada circunstancia según su agenda o actividades.
Para el Papa Francisco, esas habilidades son mas que suyas, producto de su propio estilo. Así son algunos líderes quienes conocen a la perfección que un gesto bien hecho o un saludo autentico, es un voto prácticamente ganado.
Según Monseñor Lucio Ruiz, quien dirige la Secretaría para la Comunicación del Vaticano, la comunicación del Papa tiene la característica de que va al corazón de las personas. Es la comunicación de la ternura. Más que hablar, dialoga y más que palabras, lo que se da es un encuentro. Un elemento esencial que el Papa Francisco domina, la proxémica; componente de la comunicación no verbal. Además; la Secretaría para la Comunicación fue instituida por el Papa Francisco con la Carta Apostólica en forma de Motu Proprio “El actual contexto de la comunicación” en junio del 2015. Así la visión del Papa.
La comunicación de Francisco tiene cinco aspectos primordiales.
La primera de ellas es que siempre ha tenido una comunicación cercana. Durante los recorridos que hace en el “papamóvil” de un punto a otro, es característico verlo detener y acercarse a besar a un niño o alguna persona con una condición especial. ¿Será espontáneo? No. Todo está perfectamente bien diseñado por el personal de seguridad del Papa. De esas acciones, el personal de comunicación tendrá y difundirá las mejores imágenes audiovisuales.
Por otro lado, el encuentro es otra de ellas. El Papa participa en conferencias con públicos amplios y selectos. Habla en foros, en persona o por videoconferencia, donde puede tocar temas concretos como el hombre de hoy, de sus problemas, sus anhelos y necesidades. Por ello lo vemos fijar postura ante los reporteros que cubren la fuente y que en los trayectos aéreos, generalmente emite posicionamiento respecto a algún tema de relevancia ganando espacios en los medios.
También, la gratitud marca la comunicación de Francisco. Durante su viaje a Egipto señaló que “solo se puede ser radical en la caridad, es un desafío y un ofrecimiento de servicio a todos los hombres, sean cristianos o no”. Palabras que tuvieron resonancia mundial en un escenario caótico y lleno de posturas radicales.
Los gestos del Papa no necesitan un micrófono, hablan por sí mismos. La misericordia es otra característica. Se decidió a hablar de la pederastia en la iglesia y lo hace de frente. A las personas les ofrece perdón y sanción. Instauró los “viernes de la misericordia” en los que expresamente Francisco visita a alguien que tiene grandes necesidades.
Por último, la esperanza. El estilo del papa es claro; quiere que la iglesia no se dedique a reaccionar, no quiere una iglesia en la sacristía, la quiere fuera, en servicio. Así lo expresa en las audiencias de los miércoles.
El Papa ha tenido que adaptarse a las nuevas maneras de comunicar y lo ha hecho con éxito. Muestra de ello es que, con la ayuda de Gustavo Entrala, experto en innovación y branding; creó la cuenta de twitter del Papa en varios idiomas. La cuenta en español tiene casi 15 millones de seguidores. Nada mal, siempre y cuando tenga una estrategia definida, que la tiene. Hay que recordar que la antípoda es el Estado Islámico, que usa las mismas herramientas pero con otros fines. Hay de todo.
Para algunos políticos o gobernantes o para quien dirige la comunicación de gobierno o institución partidista, resulta conflictivo experimentar otros esquemas a los ya aprendidos teniendo resultados poco favorables para ellos en cuanto al posicionamiento positivo y la valoración ciudadana de sus acciones,
En el Vaticano se atrevieron y el Para confió en un experto para transmitir el mensaje a un público más diverso y con otro comportamiento en el consumo de medios. Ahí están las lecciones.
No le caería nada mal a los gobiernos e instituciones intentar comunicar de diferente manera, lo peor que puede pasar es que recuperen algo del público que ya están perdiendo.
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