La antesala de los primeros informes.
- Gerardo Preza Martens
- 4 ago 2017
- 4 Min. de lectura
Prácticamente ha transcurrido un año de que gobiernos estatal y municipales iniciaron un nuevo periodo para encaminar los destinos de los duranguenses.
Sin embargo y sin conocer a detalle (porque es una de las cosas que les ha fallado a todos; la comunicación) muchos de ellos han generado más dudas y sinsabores que opiniones positivas.
En ésta ocasión haré un breve recuento de cómo llegan a su primer informe el gobernador José Rosas Aispuro Torres, el alcalde capitalino José Ramón Enríquez Herrera y la alcaldesa de Gómez Palacio Leticia Herrera Ale.
Sin tener partido por alguno de ellos y tomando en cuenta las tradiciones, comenzaré por la dama.

Leticia Herrera Ale, presidenta municipal de Gómez Palacio llega a su primer informe en medio de una disputa con una de las integrantes de su cabildo. Por lo que se ha difundido en redes y en algunos medios de comunicación es una situación que tuvo un mal manejo. Al publicar en la cuenta oficial de facebook del gobierno de Gómez Palacio el relato de hechos por parte del Secretario del Ayuntamiento con una redacción y sintaxis poco favorable, hizo crecer el problema, además de que lo abrió a una conversación en donde, a falta de una estrategia de contención; la mayoría de los comentarios ahí vertidos fueron en términos negativos para los empleados del gobierno municipal.
Y todavía para hacer más grande el tema, al día siguiente convocan a medios para una conferencia de prensa en donde lucieron desorganizados, improvisados y con un mensaje poco claro. En términos generales, fue un mal manejo de crisis y por consecuencia, la imagen de la presidenta municipal fue abollada sin que ninguno de sus operadores en el municipio previera una salida diferente al problema.
Leticia Herrera Ale llega a su primer informe con un cabildo atado de manos, conflictuado en la opinión pública y con señalamientos sobre pendientes como la pavimentación, el interminable problema del agua y la falta de obra pública emblema. No logra pues, un punto disruptivo que haga ser diferente a sus predecesores.
Por otro lado, el alcalde de Durango, José Ramón Enríquez Herrera llega a su primer informe como uno de los presidentes que mayor expectativa ciudadana ha generado en los últimos años, característica que en este momento se torna en contra de él y su gobierno.
Los bonos que había conquistado se están diluyendo por un estilo de gobernar que refleja su personalidad. Bien dicen que las organizaciones toman la actitud de quien las encabeza y en el municipio se observa que hay luces de un gobierno dominante en una sola persona, alejado de los consensos y con una confrontación abierta con el gobierno del estado.
El Dr. Enríquez parece que esta más enfocado en construir su candidatura al Senado o en el impulso a un aspirante del PAN a la candidatura por la presidencia de México, que por tomar las riendas del municipio de Durango. En ese tenor, hay algunos de sus funcionarios y parte del cabildo que, de manera empírica y poco profesional; comienzan el juego del posicionamiento de cara al proceso del 2018. Salvo el programa de bacheo emergente y la acupuntura urbana, en el municipio de Durango no existen acciones relevantes y obras emblemáticas que le den a la ciudadanía elementos para pensar que fue bueno el cambio.
En cuanto al gobierno del estado, parece que el único camino que puede transitar el gobernador Aispuro es el de cuidar la plaza. Así, solo así.
Hay una confronta a vista de todos entre el Dr. Enríquez, Aispuro y sus respectivos gabinetes. Desconozco quién tomó la iniciativa y si tengan en mente sus estrategas que de alguna manera esto les conviene a cualquiera de los dos.
Además, se percibe a un gabinete que no esta cohesionado, trabajando bajo un mismo proyecto, enalteciendo la bandera del cambio, transparentes, eficaces, operando a favor de levantar el rumbo. Nada claro todavía.
En algunos medios o conversaciones de redes sociales, hay voces que en términos de corrupción, han salido igual o peores que sus predecesores. Insisto, son solo voces, pero que; no se deberían de escuchar de un gobierno que llegó al poder a través del discurso del combate a esta epidemia que hemos padecido por generaciones en Durango y lo más preocupante; todavía no cumple un año la administración aispurista y ya tiene colgado de la espalda el señalamiento. ¿Dónde están los estrategas? ¿Habrá proyecto de gobierno?
Crearon una expectativa nunca antes vista en la ciudadanía en cuanto a ir tras aquellos que, según información del mismo gobierno de Aispuro, saquearon al estado. Hasta ahora ha caído una personaje del sector privado, ni siquiera fue funcionario y que según se dice; saldrá libre en el mes de septiembre. Se cayó la expectativa y ahora los comentarios van en contra del gobierno y por supuesto, del gobernador.
En cuanto a la comunicación del gobierno del cambio, no ha cambiado nada. Son los mismos productos, el mismo estilo, se ciñen al “librito” que aprendieron muy bien. Aunque hay esfuerzos en cuanto a la comunicación, no logran posicionar una diferenciación. Eso si, no cuentan las transmisiones en facebook live de algunos discursos con esa calidad precaria. No es o debe ser de un gobierno estatal o un gobernador mostrar esas deficiencias. La innovación debe de ser sinónimo de calidad y profesionalismo. No están para aprender.
Así es como llegan los 3 principales gobernantes que hay en el estado de Durango. Sin duda, todavía queda algo de esperanza para que ellos y sus políticas públicas, sean acertadas en beneficio de muchos duranguenses que lo necesitan y mucho.
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